En el primer sendero reciben al visitante un total de diecinueve girasoles de aluminio que contienen imágenes de los ocho proyectos premiados de los cincuenta presentados al certamen III Premios Azulejos de España convocado por la Asociación Empresarial ASCER. Destaca además un panel formado por un mosaico de trescientas cuarenta piezas cerámicas sostenidas por otros tantos tallos de aluminio. Las piezas nos adentran en las nuevas vías de una tecnología amigable, capaz de trasladar el producto industrial desde la masa al individuo.

Categoría de Arquitectura
“Mercat de Santa Caterina” de Barcelona de Enric Miralles y Benedetta Tagliabue (EMBT Arquitectes) y “Palacio de Congresos de Peñíscola” (Castellón) de Ángela García Paredes e Ignacio García Pedrosa.

Categoría de Interiorismo
“Hotel Ciutat d´Igualada” (l’Anoia) de los arquitectos Manuel Balio y Rosa Rull (ADD + Arquitectura) y la tienda “Distint Studio Cocina” (Barcelona) del interiorista Francesc Rifé

Premio Final De Carrera (PFC)
“Rectorado para la Universidad Politécnica de Cartagena” de Carlos Ríos Sánchez y “Fundación Prada de Investigación y Desarrollo de las Artes de Berlín” de Mª José Muñoz Fernández.

En el espacio dedicado al gres porcelánico se nos revela una conexión con la arquitectura denominada “Orgánica”, corriente que propone salvar la distancia entre el espacio urbano y el natural a través de la propia arquitectura. Aquí se puede apreciar la sutil combinación entre cerámica-arquitectura-naturaleza. Otra zona de este mismo espacio recrea un ambiente más urbano que simula un pequeño paseo marcado por balizas, con una zona de descanso provista de asientos individuales. Aquí la cerámica se nos muestra como material versátil, con características idóneas para usos en espacios exteriores urbanos: parques, jardines, paseos, etc…

Este es el espacio en el que ha mostrado su buen hacer la interiorista Lola Lago. Espacio dedicado a mostrar las posibilidades de la cerámica porosa y el equipamiento de baño. Esta propuesta quiere romper moldes al proponer una relación con la cerámica que va más allá de los valores consustanciales del material. Subraya que el producto cerámico aglutina cualidades como material natural, aunque también de innovación estética. La baldosa cerámica ya no es sólo un material para el acabado higiénico de determinadas zonas, es una respuesta para el creativo en su búsqueda de alternativas.

Dedicado al gres esmaltado, esta es la propuesta en la que ha trabajado el arquitecto Ramón Monfort. A través de la misma asistimos a una combinación de brillos, mates y gamas de color en piezas clásicas de 10×20. Está inspirada en la arquitectura holandesa y propone un juego de escalas: el perfil de una ciudad en el horizonte se transforma en un espacio urbano, con bancos y mesas; el gres alcanza a recubrir suelos, paredes y tejados. Hoy en día existen materiales de agarre de calidad suficiente como para abordar proyectos de estas características.

El espacio dedicado al extrudido, barro cocido, piezas artesanales, ladrillos y tejas nos invita en general al descanso desde dos apartados: el interior, delimitado por una celosía, y el espacio exterior que discurre alrededor de la misma. Líneas rectas, gamas cromáticas armónicas, la forma geométrica cuadrada como única protagonista. A través de los huecos de la celosía emana la iluminación que baña tanto el pavimento de la zona interior como las franjas de la zona exterior. Este cerramiento envuelve un pavimento que se eleva en la zona central para servir de asiento y mostrar piezas cerámicas con un sistema de iluminación integrado.

Esta es la zona experimental dedicada a mostrar el trabajo de los jóvenes diseñadores y el laboratorio de Tendencias de ALICER, una zona desde donde poder realizar esa imprescindible labor de prospección de actitudes, de percepción de sensibilidades, que también sirva de foro de debate y discusión. Tanto este proceso de trabajo como las conclusiones quedan recogidos en este nuevo espacio en donde confluyen tres zonas distintas con tres soportes de comunicación alternativos para otras tantas líneas de trabajo.

La cerámica española fue una de las grandes protagonistas en la Exposición Mundial, que tuvo lugar en la región japonesa de Aichi, enclave que se sitúa en un espacio natural protegido donde existe una gran tradición cerámica.

El proyecto de Alejandro Zaera magnifica la luz al hacerla pasar a través de una gran pared perforada, un gran sistema de celosías cerámicas. El proceso de producción ha sido diseñado especialmente para este tipo de piezas debido a las elevadas prestaciones técnicas requeridas por el proyecto y a la complejidad formal de las celosías.